Re-Percusiones Ancestrales es un concierto para marimba de chonta (cromática), vibráfono, marimba (sinfónica) y orquesta, escrito en tres movimientos (I. Ritual y Danza; II. La Guagua 68; y III. Retazos). La idea inicial de la obra surge a partir del interés del Maestro percusionista Alejandro Ruíz Zuluaga, quien comisionó la obra, por interpretar un concierto en el cual el solista pueda interactuar con la orquesta sinfónica integrando tres instrumentos diferentes relacionados con la marimba.

Cada movimiento está protagonizado por un tipo de marimba diferente, buscando resaltar y aprovechar las virtudes tímbricas y técnicas de cada una, en relación con la orquesta. A lo largo de cada movimiento se presentan diversos contrastes rítmicos y tímbricos, por momentos, resaltando el color convencional de cada instrumento, y en otros, encontrando posibilidades sonoras diferentes, tanto para el solista como para la orquesta. El primero y el segundo movimiento, presentan sus propios conjuntos temáticos, los cuales se van desarrollando e hilando poco a poco en el discurso musical. Por su parte, el tercer movimiento hace una recapitulación empleando fragmentos (retazos) de temas explícitos y variados de los dos primeros movimientos.

La obra posee influencias muy marcadas de músicas que han rodeado la vida diaria del compositor y del solista, por lo tanto, se pueden sentir alusiones al rock, al jazz y a la música académica contemporánea, así como a músicas colombianas y latinoamericanas como el currulao, el bullerengue y la salsa.

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