“OBE” es la sigla de Out of Body Experience, que se refiere al fenómeno del viaje o proyección astral, llamada también experiencia extra-corporal. Esta composición busca llevar a la escena musical las sensaciones que, desde el punto de vista del compositor, se pueden experimentar durante los momentos previos a realizar la proyección hasta que se logra por primera vez. Se encuentra dividida en seis escenas musicales continuas, donde cada uno de ellas presenta una parte del proceso antes conseguir la experiencia.

Detalles Programáticos:

En esta obra predomina un ambiente confuso y nebuloso, no muy rítmico, liderado siempre por los bronces, con excepción de la primera sección de la primera y la última escena que tienen un carácter rítmico muy claro, en donde la percusión cobra bastante importancia y se puede apreciar un ritmo con mayor continuidad. En “Conciencia astral” se presentan unas melodías bastante transparentes expuestas por las trompetas, que dan introducción a la obra y aportan el material temático que predominará en el desarrollo de todos los movimientos. Luego, esta melodía, poco a poco, se va perdiendo entre la masa sonora que van desarrollando el resto de los instrumentos. En “Respiración y estado hipnagógico” se simula el sonido de una respiración tranquila a través de las trompetas (inhalación) y la tuba (exhalación), que va acompañada siempre de un ambiente tranquilo. En “Pérdida de la noción del cuerpo físico” se representa el desvanecimiento de la densidad del cuerpo físico, como si se tratara de un high-pass filter, mediante las salidas de los sonidos de los instrumentos. En “Vibraciones y ruidos” se van presentando sonidos que aparecen de un momento a otro, apoyados por el efecto del frullato. En “Estremecimiento” la espacialidad es la característica principal. Los sonidos se desplazan de un lado al otro en el espacio del conjunto instrumental, representando el tambaleo del cuerpo astral, el cual está a punto de proyectarse. Y, por último, “Separación y autoscopia” es una escena muy rítmica y, de manera contrastante, más continua que las anteriores. Representa el momento de la separación del cuerpo astral, en el que, además, uno podría verse, a sí mismo, dormido (Autoscopia). Una situación bastante agitada debido al temor que provoca, por esto es de gran importancia el papel del bombo que simula los latidos del corazón acelerándose. Y, finalmente luego de una gran impresión, debido a la experiencia, se provoca el regreso al cuerpo despertándose a la mitad de una tranquila noche.

OBE, representa la preparación y el impactante momento de la proyección astral, en un desarrollo de carácter meditativo, que va conduciendo al oyente hasta su última sección enérgica y agitada, antes de despertar nuevamente en el plano físico.